conmemoración Revolución Mexicana organizador Erika Sánchez
PERSONAJE "LA VALENTINA"
Valentina Ramírez Avitia nació un 14 de febrero de 1893-4 de abril de 1979 en El Norotal, Durango, sus padres fueron Norberto Ramírez y Micaela Avitia, tenía 4 hermanos mayores y una menor. Su padre era labrador y arriero, y procuraba mantenerse informado acerca de la situación política del país, incluso, llegado el momento de que la guerra de revolución estallara, Norberto comentó a su familia sus deseos por participar en el movimiento al lado de un grupo de amigos, su hija Valentina sintió un ímpetu de acompañarle y luchar por los ideales que ella misma compartía, lamentablemente su padre murió antes de poder cumplir con su objetivo, sin embargo, Valentina, haciendo honor a su nombre, decidió enlistarse con el nombre de Juan Ramírez.
Valentina Ramírez Avitia, la “leona de Norotal” fue una valiente mujer que luchó en la Revolución mexicana junto a las tropas maderistas, vestida de hombre cuando tan solo contaba con 17 años. En el campo de batalla se hacía llamar Juan Ramírez, le bastó menos de un año para alcanzar el grado de teniente.
Valentina tuvo que practicar los movimientos masculinos que hacían sus hermanos al sentar, saludar, montar a caballo y por supuesto a hablar para no levantar ninguna sospecha antes de comenzar sus entrenamientos. En los últimos días de noviembre de 1910 aprovechó la irrupción de las tropas revolucionarias en su pueblo, se vistió con la ropa de su hermano, se escondió las trenzas en el sombrero, montó su caballo y se unió a la bola de revolucionarios, para enero de 1911 Valentina, o mejor dicho, Juan Ramírez estaba formalmente integrado al movimiento revolucionario.
El 1969 la veterana de guerra fue atropellada en Navolato y desafortunadamente quedó lisiada de por vida, el Ayuntamiento de Culiacán decidió apoyarla inscribiéndola en un asilo de ancianos, sin embargo, Valentina usó su fuerza y determinación para lograr escapar, no soportaba la idea de vivir o morir como prisionera. Estos últimos años de vida los vivió pidiendo dinero en la plazuela y el mercado de Navolato. Su casa sufrió varios incendios debido a que la mujer dejaba veladoras prendidas en el interior de su casa en nombre de la virgen de Guadalupe, en una de estas ocasiones, los vecinos llegaron muy tarde, así murió un 4 de abril de 1979 la valiente Valentina Ramírez, sus restos se encuentran en la fosa común del panteón Civil de Culiacán.
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